Wednesday, May 13, 2009

El hogar

El hogar que se queda,

ese concilio de voces,

las luces, el olor del ajo,

el sabor de la memoria,

el rostro duro del padre

que guarda recuerdos

que lo marcan.

“Aquel pan duro

en la galera y el hambre

y oír los tiros en la noche.

Una noche fusilaron a un hermano

que apenas conocía.”

Es el hogar el que se queda,

naturalmente,

y ese olor a madera húmeda,

las tejas oscurecidas por

el tiempo.

“Vivimos en un hueco.

Este solar es un hueco.

Aquí no hay ciclón que entre.

Eso es lo bueno.”

¿Pero qué es lo malo, madre?

La madre hablaba siempre de tiempos peores,

antes los hubo peores,

uno le creía porque la madre no miente,

uno la miraba con orgullo,

y se preguntaba por qué comía siempre

tan última, y tan poco.

Es el hogar lo que se queda.

Poco a poco retorna

y se acomoda

como si nunca se hubiera ido.

 

© Ernesto González, 2009

5 comments:

Margarita Garcia Alonso said...

ah que sentido, que dejo de herida abierta..

saludos Ernesto.

Ernesto G. said...

Saludos, Chiquita. Siempre muy buenos sus comentarios.

Manuel Sosa said...

Muy bueno. Gracias.

Anonymous said...

Me mataste
N

Ernesto G. said...

Manuel, acabo de llegar despues de un par de dias alejado de la blogosfera (el trabajo y otras cosas, la vida que no cesa). Gracias por tu comentario.

Naday, algo de eso senti cuando lo escribi. Nada, que me puse a llorar como un niño y creo que no me da mucha pena admitirlo. Gracias por leerme y encontrar algo de valor en lo que escribo.