Thursday, October 9, 2008

Las cuitas del joven Werthernesto

Cuando se es adolescente (ya lo dice la palabra, los que adolescen), se escriben poemas muy dramáticos sobre el amor o la imposibilidad de tenerlo. Es que uno se cree que se acaba la vida al comprobar que la muchacha de tus sueños de pronto se convierte en la muchacha de tus pesadillas. Yo fui uno de eso adolescentes febriles que se enamoraban todo los días y escribían trágicos poemas sobre su angustia de rechazados.

Cuando ya dejaron de rechazarme, empecé a escribir sobre otros rechazos.

Aquí les dejo uno de esos terribles, francamente malos, poemas de mi casi niñez.

Mira qué cosas tiene el amor

animal raro

carne y alma

fuego y agua

sol y fango

te escondes como un niño que juega

te sabes todas las risas

todos los llantos

nunca pareces saciar

tu hambre de bestia y pluma

de hueco y cima

Eres--me dicen, lo sé--

un boomerang

mira que jodes

4 comments:

Zoé Valdés said...

Tengo algunos como esos.

Ernesto G. said...

Creo que muchos los tenemos. Tu y yo lo hemos confesado. Alguien mas?

Zoé Valdés said...

Pero me da pena botarlos, finalmente, hacíamos algo por la poesía; al tiempo ella nos respondió.

Ernesto G. said...

A mi me sucede lo mismo. Hay que ver esos poemas como ejercicios para practicar, pero tambien tambien muchos tienen un valor sentimental.